Episodio 1: El error más común de los pueblos turísticos
- Claudio Ponce
- 9 oct.
- 2 Min. de lectura
Hay pueblos que publican cada día en sus redes sociales. Fotos del castillo. De la iglesia. De las fiestas patronales. [pausa corta] Pero nadie comenta. Nadie comparte. Nadie recuerda lo que vio. [pausa larga] Y no porque no sean bonitos... sino porque no dicen nada.
Lo tienen todo… menos una historia que contar.
🟦 La raíz del problema
La mayoría de los pueblos intenta comunicar lo que tienen, cuando en realidad deberían comunicar quiénes son. [pausa]
No es lo mismo mostrar una foto de una calle empedrada… que contar la historia de las manos que la construyeron.
No es lo mismo decir “tenemos un castillo”, que decir “aquí se guardan los silencios de una época que marcó nuestro carácter”.
[pausa corta] Cuando comunicas desde los recursos, atraes turistas. Cuando comunicas desde el alma, construyes identidad.
🟦 El caso que se repite
He visto decenas de pueblos repetir el mismo error. Todos empiezan igual: con entusiasmo y una cámara. Crean una página, publican una foto tras otra… y esperan resultados. [pausa] Hasta que un día, se dan cuenta de que nadie escucha.
Y no es culpa de las redes, ni del presupuesto, ni de la falta de tiempo. Es culpa de la falta de estrategia.
[pausa larga] Un pueblo sin estrategia de comunicación es como una orquesta donde cada músico toca una canción distinta.
🟦 La reflexión
Comunicar no es “mostrar”. Comunicar es trasladar una emoción, una historia, un propósito.
Por eso, el turismo no empieza cuando llega el visitante… sino cuando descubrimos quiénes somos y aprendemos a contarlo.
[pausa corta] Y esa es la primera variable de la Estrategia del Pentágono: la Identidad.
Cuando un pueblo se comunica desde su identidad, cada publicación, cada cartel, cada acción, tiene coherencia. Tiene alma. Y el visitante lo percibe, aunque no se dé cuenta.
[pausa larga] Porque la comunicación auténtica no grita. Resuena.
🟦 La solución
La solución no es gastar más dinero, ni publicar más veces, ni tener un dron mejor.
La solución está en hacer silencio un momento, mirar hacia dentro y preguntarse:
“¿Qué nos hace diferentes, más allá de lo que se ve?”
Cuando descubres eso, tus palabras cambian. Tus imágenes cambian. Tu tono cambia. Y entonces, sin darte cuenta, empiezas a construir una marca con alma.
[pausa] Una marca que no se mide solo en turistas… sino en orgullo, pertenencia y conexión.
🟦 Cierre reflexivo
Así que, si trabajas en un ayuntamiento, si gestionas un área de turismo, o si simplemente amas tu pueblo… hazte esta pregunta:
“¿Estamos comunicando lo que tenemos, o lo que somos?”
[pausa larga] Porque la respuesta a esa pregunta puede marcar el futuro de tu destino.
Claudio Ponce - La Estrategia del Pentágono


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